El impacto inmediato entre los invitados.
La fiesta quedó sumida en un silencio tan intenso que ni los focos multicolores pudieron disimular la incomodidad general. Algunos invitados intentaron retomar la conversación, pero la atmósfera ya había cambiado.
Algunos se acercaron a Ferrer para felicitarlo por su postura. Otros, especialmente aquellos acostumbrados a comportamientos semejantes, optaron por retirarse discretamente. Los músicos detuvieron su presentación durante varios minutos, esperando instrucciones para continuar.