" No voy a permitir que en mi casa nadie humille a las personas que trabajan aquí, y mucho menos por un accidente. El verdadero valor de un invitado se mide por su humanidad, no por el precio de su vestido ni por la cantidad de seguidores que tiene en redes. "
Un murmullo recorrió la sala, pero él continuó:
" A partir de este momento, cualquier persona que no sepa tratar con respeto al personal de servicio deberá abandonar esta fiesta. Y eso incluye a quien acaba de comportarse de forma vergonzosa. "
Luego, mirando directamente a su novia, añadió:
" Camila, por favor, recoge tus cosas. Esto se terminó. "
La influencer quedó petrificada. Algunos invitados respiraron hondo, otros dejaron caer la copa de la impresión. Había quienes sonrieron disimuladamente y quienes grababan discretamente con sus teléfonos.
Camila intentó en un último esfuerzo salvar la situación: “¿Me estás dejando delante de todos? ¡Esto es humillante!”
A lo que Ferrer respondió:
" Lo humillante es cómo trataste a alguien que no puede defenderse de tu soberbia. Buenas noches. "
Varios guardias de seguridad, siguiendo indicaciones del anfitrión, acompañaron a Camila hasta la salida. La puerta se cerró tras ella, dejando un eco que selló el final del escándalo.
