El silencio que se generó en la sala fue tan abrupto que incluso la música pareció bajar de intensidad. Algunos invitados intercambiaron miradas incómodas. Otros, habituados al elitismo extremo, fingieron no ver nada. Sin embargo, lo que nadie esperaba era la reacción de Alonso Ferrer.
La respuesta inesperada del millonario
Apenas presenció el incidente, Ferrer —quien se encontraba conversando con un grupo de empresarios cerca de la escalera principal— avanzó con paso firme hacia el centro del salón. Los presentes relatan que su rostro reflejaba una mezcla de incredulidad y furia contenida.
“ Suéltala ahora mismo, Camila ”, ordenó con voz grave, audible incluso para quienes estaban alejados de la escena.
Camila, sorprendida, intentó justificarse. "Alonso, fue ella. Arruinó mi vestido. Mira cómo me ha dejado".
Pero el empresario no la dejó continuar. " Lo único arruinado aquí es tu actitud. Julia es parte de esta casa. Tú eres una invitada ", respondió con firmeza.
En cuestión de segundos, la tensión escaló a niveles impredecibles.
Ferrer se dirigió entonces hacia la empleada, la ayudó a incorporarse y le ofreció un pañuelo. La abrazó brevemente como gesto de consuelo. Ante todos, se dirigió al personal para que Julia pudiera retirarse a descansar y recomponerse.
Pero lo más impactante aún estaba por venir.
El anuncio que trastornó la fiesta
Cuando la mayoría de los invitados pensaba que Alonso simplemente pediría calma y regresaría a la celebración, el empresario tomó un micrófono—que había sido utilizado minutos antes por los músicos—y pidió la atención de todos.
“ Quiero decir algo muy claro esta noche ”, comenzó, mientras Camila lo miraba con expresión de desconcierto.