Si sientes picazón en estas 3 áreas, esto es lo que tu cuerpo podría estar tratando de decirte.

2. Picazón en las piernas: pantorrillas y tobillos

Esto suele atribuirse al calor, la fricción de la ropa o la piel deshidratada. Sin embargo, en muchos casos, puede ser una señal de alerta de un problema cardiovascular o metabólico.

Causas más frecuentes

Insuficiencia venosa:

Cuando las venas pierden fuerza para bombear sangre de vuelta al corazón, la sangre se acumula en las piernas. Esto provoca hinchazón, fatiga, sensación de pesadez y picazón constante.

Diabetes mal controlada:

El exceso de glucosa altera la microcirculación, reseca la piel y la hace más vulnerable a irritaciones, erupciones e incluso heridas de cicatrización lenta.

Problemas renales:

Si los riñones no filtran adecuadamente, las toxinas se eliminan a través de la piel. Esto puede manifestarse como picazón intensa, granos o descamación.

Recomendaciones

Eleve las piernas durante unos minutos al día para mejorar el retorno venoso.

Moverse diariamente: caminar, hacer ejercicio suave o subir escaleras ayuda a activar la circulación.

Controle sus niveles de glucosa si está en riesgo de padecer diabetes o ya ha sido diagnosticado.

Busque atención médica si aparecen erupciones persistentes, heridas que no cicatrizan o piel muy seca.

3. Picazón en las palmas de las manos o plantas de los pies.

Aunque pueda parecer insignificante, es uno de los signos menos conocidos y más relacionados con problemas hepáticos.

¿Por qué sucede esto?

Cuando el hígado se sobrecarga o empieza a fallar, deja de filtrar las toxinas correctamente. Estas sustancias pasan al torrente sanguíneo y pueden manifestarse en zonas especialmente sensibles, como las manos y los pies.
La sensación suele describirse como hormigueo, ardor, pequeños pinchazos o cosquilleo nocturno.

Otros signos relacionados con el hígado que pueden acompañarlo:

Tinte amarillento en la piel y los ojos.

Fatiga inexplicable.

Pérdida de apetito o digestión lenta.

Qué hacer si experimenta este síntoma: Solicite un análisis de sangre para evaluar las enzimas hepáticas.

Presta atención a tu dieta: