Las 7 marcas espirituales de las mujeres elegidas por Dios (según las enseñanzas del Padre Pío)

  • Problemas de salud recurrentes o síntomas inexplicables.
  • Fatiga que no está totalmente ligada a causas externas.
  • Reveses financieros, pérdidas repentinas o inestabilidad.

Desde un punto de vista espiritual, estas pruebas son vistas como intentos de la oscuridad por debilitarlas, porque una mujer cansada o preocupada tiene menos fuerzas para su misión.

Sin embargo, muchos dan testimonio de algo notable:

  • Aun cuando sus cuerpos se debilitan, su fe se fortalece.
  • Incluso en la escasez, todavía dan.
  • Incluso en la enfermedad, todavía rezan.
  • Y esta perseverancia es lo que los hace espiritualmente poderosos.

6. Un amor que calma y sana a los demás.

Algunas mujeres irradian comodidad por naturaleza. No son perfectas, pero poseen algo excepcional:

  • Escuchan sin juzgar.
  • Sus consejos son simples pero profundos.
  • Su presencia hace que la gente se sienta segura.
  • Sus casas, sus voces o sus abrazos traen paz.

Espiritualmente, estas mujeres son vistas como canales silenciosos de la misericordia de Dios, que ofrecen consuelo y sanación en formas que ni siquiera ellas perciben.

7. Un profundo anhelo por Dios y un sentimiento de no pertenecer a este mundo.

La marca más oculta, pero a la vez la más poderosa, es ésta: una sed interior que nada más puede satisfacer.

  • El éxito, el dinero o el reconocimiento nunca parecen suficientes.
  • Su corazón late por algo más elevado.
  • Se sienten atraídos por lo sagrado, por la oración, por Dios.
  • A menudo se sienten extraños en un mundo materialista.

Y cuando una mujer elegida despierta y abraza su misión, se convierte —espiritualmente hablando— en un terremoto contra la oscuridad. Donde va, intercede, ama, sana, fortalece.