La Hacendada Que Fue Embarazada Por 3 Esclavos: El Caso Prohibido de Venezuela, 1831

El destino final de Catalina fue el exilio. Don Sebastián, en un último acto de control para salvar las apariencias, la envió de vuelta a Madrid, al mismo lugar donde había recibido su educación. Le pasó una modesta pensión, suficiente para vivir pero no para tener poder, con una condición: que nunca más volviera a pisar Venezuela.

Catalina Mendoza y Salazar, la mujer más rica de Barlovento, abandonó su tierra natal como una paria. Perdió su hogar, su fortuna y su reputación. Pero mientras el barco se alejaba de la costa, no lloraba. En sus brazos, sostenía a su hijo, a quien llamó Miguel José Domingo.

Había perdido todo, excepto la libertad que tanto había anado y la prueba viviente de que, por un breve momento, en medio del horror de la esclavitud, tres hombres y una mujer se habían atrevido a ser, simplemente, humanos. Su historia se convirtió en una leyenda susurrada en Barlovento, una verdad oculta que la historia oficial intentó, pero nunca pudo, borrar por completo.