Si analizas con más detalle los ingredientes de los hot dogs y su elaboración, te sorprenderá saber que este popular alimento conlleva riesgos ocultos para la salud.
Es innegable que las salchichas Frankfurt no tienen nada de natural, ya que son un alimento procesado con un valor nutricional bajo. Las fábricas las producen de forma altamente automatizada a una asombrosa velocidad de 300.000 hot dogs por hora.
Los hot dogs se elaboran con una combinación de carne de cerdo, res y pollo. El proceso de producción implica el uso de cortes sobrantes de filetes y chuletas de cerdo, junto con subproductos comestibles de la matanza, como patas, cabezas, tejido graso e incluso pieles de animales.
Estos ingredientes se muelen hasta obtener una pasta espesa, tras lo cual se incorporan diversos aditivos para realzar el sabor. Estos incluyen grandes cantidades de sal, jarabe de maíz, glutamato monosódico, nitratos y otros productos químicos.
Los saborizantes varían según la región, según los gustos locales. Entre ellos se encuentran el glutamato monosódico (GMS) y el carmín, un colorante derivado de escarabajos triturados hervidos en amoníaco o carbonato de sodio. Cabe destacar que el Departamento de Agricultura no exige a los fabricantes que revelen los saborizantes en las etiquetas, lo que permite una amplia gama de ingredientes no revelados.
