Al principio, las cosas parecían tolerables. Michael la trataba bien en privado, pero su madre, Patricia, y su hermana menor, Chloe, la menospreciaban constantemente. Se burlaban de su ropa, su acento e incluso de su elección de carrera: Emma era trabajadora sanitaria comunitaria. La llamaban “indigna” para formar parte de la familia Thompson, que se enorgullecía de sus membresías en clubes de campo y de sus círculos de beneficencia de élite.
En una fiesta de lujo, su suegra la rodeó para obligarla a desnudarse frente a doscientos invitados.