- Siéntate cómodamente.
- Introduce los pies despacio para evitar quemaduras.
- Deja los pies sumergidos por 15 a 20 minutos.
- Mantén los pies dentro hasta que el agua se enfríe.
- Sécalos bien y relaja el cuerpo por unos minutos.
¿Qué ocurre en el cuerpo durante este baño?
Se abren los poros
Permitiendo absorber mejor las propiedades del clavo.
Aumenta el flujo sanguíneo
La sangre fluye mejor hacia piernas, pies y zona pélvica.
El sistema nervioso se relaja
Disminuye la tensión y mejora la sensación de bienestar.
Se reduce inflamación
Alivia molestias, sobre todo en pies, piernas y bajo vientre.
Se libera energía acumulada
Perfecto para días de estrés, cansancio o retención de líquidos.
El cuerpo entra en descanso profundo
Mejora el estado emocional y el sueño.
Duración del tratamiento
- Para inflamación o dolor: 3 veces por semana.
- Para relajación general: 1 o 2 veces por semana.
- Para mejorar circulación: 4 a 5 veces por semana durante 15 días.
Precauciones
- No usar agua extremadamente caliente.
- Evitar si hay heridas profundas en los pies.
- En embarazo, usar solo agua tibia.
- En casos de diabetes o neuropatía avanzada, consultar antes.
- No aplicar aceites esenciales directamente sin diluir.
- Recomendado sólo para uso externo.
Conclusión
El clavo es una de las especias medicinales más completas y útiles para la mujer. Su capacidad para aliviar presión, desinflamar, relajar, mejorar la circulación y equilibrar el cuerpo lo convierte en un tesoro natural.
Un simple baño de pies puede ofrecer alivio inmediato, mejorar la energía y ayudar a descansar mejor.
Cuando se usa de forma regular, se convierte en un ritual que no solo cuida el cuerpo, sino también la emoción y la tranquilidad.