Durante una visita a la clínica, un médico observa que una adolescente se comporta de forma extraña cerca de su padre. Una ecografía pronto revela algo profundamente perturbador...

La tarde que Laura y su padre, Ernesto, ingresaron a la clínica pediátrica, la Dra. Valeria Gómez notó de inmediato que algo no andaba bien. Laura, de dieciséis años, caminaba con los hombros hundidos, evitando el contacto visual con todos. Su padre, en cambio, parecía tenso, casi vigilante, como si temiera que algo se descontrolara en cualquier momento.

“Buenas tardes, ¿qué le trae por aquí?”, preguntó el médico con una sonrisa profesional.

Ernesto respondió antes de que su hija pudiera abrir la boca.

Dolores de estómago. Llevo días.

Laura juntó las manos en su regazo. No dijo nada.

 

⏬ Continua en la siguiente pagina ⏬