Durante semanas, su madre siguió perdiendo peso sin ninguna razón – hasta que una noche, entró en la cocina y descubrió el plan oculto de su esposa para su herencia…

Mi madre, la señora Elena Ramírez, siempre fue mi mayor apoyo. En cada logro, en cada decisión difícil y en cada éxito, fue la única que nunca me vio como un empresario o como “el señor Ramírez”, sino simplemente como su hijo.

arrow_forward_iosRead more
Pause

Pero hace unos meses, algo comenzó a cambiar.

Venía a casa con menos frecuencia. Y cuando lo hacía, la notaba diferente: la ropa le quedaba grande, su rostro había perdido el color, y sus ojos, antes llenos de vida, parecían cansados.