Si estás buscando un postre que combine dulzura, frescura y un toque tropical, no hay mejor opción que un pastel de piña. Su textura esponjosa, su sabor ligeramente ácido y su glaseado cremoso lo convierten en un clásico irresistible para toda ocasión. Este pastel es perfecto tanto para reuniones familiares como para celebraciones especiales, o simplemente para disfrutar en un momento de antojo. A continuación, te compartimos la receta completa, consejos, variaciones y todo lo que necesitas saber para prepararlo.
Historia y origen del pastel de piña
El pastel de piña tiene raíces en la repostería americana del siglo XX, cuando la piña enlatada comenzó a popularizarse. Su dulzura natural y su jugosidad la convirtieron en el ingrediente ideal para postres que no requirieran mucho tiempo de preparación. Además, su combinación con glaseado de mantequilla y azúcar lo hizo famoso como un postre clásico en fiestas y reuniones familiares. Hoy en día, existen múltiples variaciones que incluyen coco, nueces, frutas adicionales y versiones sin gluten o sin lácteos, adaptándose a todos los gustos.
Ingredientes
Para el pastel:
- 2 tazas de harina de uso general
- 1 ½ tazas de azúcar granulada
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- ½ cucharadita de sal
- ½ taza de mantequilla sin sal, ablandada
- 3 huevos
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 taza de piña triturada, bien escurrida
- ½ taza de suero de leche
Para el glaseado:
- ½ taza de mantequilla sin sal, ablandada
- 4 tazas de azúcar en polvo
- ¼ taza de piña triturada, escurrida
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- ¼ taza de coco rallado (opcional)
Estos ingredientes son fáciles de conseguir y permiten preparar un pastel que se mantendrá jugoso por varios días, especialmente si se guarda correctamente en un recipiente hermético.
Preparación paso a paso
1. Preparar el horno y el molde
Precalienta el horno a 175 °C (350 °F). Engrasa y enharina un molde redondo de 23 cm (9 pulgadas) para asegurar que el pastel no se pegue y se desmolde fácilmente. También puedes usar spray antiadherente y un poco de harina para mejores resultados.
2. Mezclar los ingredientes secos
En un bol grande, combina la harina, el azúcar, el bicarbonato y la sal. Mezclar bien estos ingredientes asegura que el bicarbonato se distribuya de manera uniforme, lo que ayudará a que el pastel suba de forma pareja.
3. Incorporar la mantequilla
Agrega la mantequilla ablandada a los ingredientes secos y mezcla hasta obtener una textura desmenuzada. Este paso es fundamental para lograr un pastel tierno, ya que la mantequilla ayuda a mantener la humedad y aporta sabor.